Hasta hace dos semanas entendía muy poco el problema del Sáhara occidental y debo reconocer (con cierta vergüenza) fue mas por inquietud y curiosidad que responsabilidad lo que me llevó a ponerme al día investigando y tratando de entender una cronología difícil de asimilar.
La historia comenzó hace mas de tres décadas cuando el Sáhara Occidental dejó de ser una colonia española para pasar a ser diseccionada entre Marruecos y Mauritania, cuando el Frente Polisario( Movimiento de liberación Nacional del Sáhara Occidental) se arma de valor para luchar por sus derechos, su independencia, esperando un referéndum de autodeterminación que nunca llega.
El 14 de Noviembre de 1975 España firma los nefastos “Acuerdos Tripartitos de Madrid” con Marruecos y Mauritania sin ceder la soberanía y abandonando luego unilateralmente sus responsabilidades en el Sáhara Occidental, incumpliendo los compromisos adquiridos con el pueblo saharaui y con la comunidad internacional.
Años de guerras y de usurpación dejando como resultado un odioso muro de 2.720 km. que separa un país sumido en la quiebra, a familias enteras divididas, la parte del oeste (la que posee yacimientos de gas y minas de fosfatos) esta ocupada por Marruecos mientras que la zona del este esta administrada por el Frente Polisario; un pueblo sumido en la desesperación y persecución, hacinados en campos de refugiados en medio del desierto(Argelia), con una sociedad desestructurada como consecuencia de 30 años de asedios e injusticias.
Desde finales de los 90` el pueblo saharaui espera que se concrete un referéndum establecido por la ONU para el proceso definitivo de la descolonización y la autodeterminación, pero la presión de gobiernos con intereses en el litigio y la falta de compromisos por parte de otros la espera se hace eterna y la impaciencia se descentra.
Es natural que la desazón se transforme en exasperación, y cuando la desesperación no tiene respuesta por lógica termina explotando. Y la tragedia llegó, el ataque al campo de refugiados en El Aaiún se convirtió en un campo de batalla entre militares marroquíes y civiles saharauis dejando bajas, decenas de heridos y un número sin poder especificar de detenidos(la persecución y captura de varones de mas de 13 años aún hoy continua), la expulsión de periodistas, directivos y activistas de varias ONG no cesa, y un tremendo control de la información hace que los testimonios se realicen desde la clandestinidad.
Para la ONU el Sáhara Occidental sigue siendo un territorio pendiente de descolonización pues núnca ha reconocido a Marruecos como potencia administradora. Según el Tribunal Internacional de la Haya no existe ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental y el reino de Marruecos. Pero muchos países (que también integran la ONU) no se han pronunciado ni han condenado el ataque y el gobierno Español (que se dice líder en derechos sociales y humanos) mas que pronunciarse o condenar, lo único que hizo fue generar polémica sin posicionarse (postura"diplomatica"con respecto a Marruecos) siendo aún a día de hoy el país administrativo del Sáhara Occidental!!
Todo es abusivo, intolerante e ilícito pero sobre todo inhumano.
Pero no puedo terminar este escrito sin hablar de ellos, los niños, los sufridos por la guerra, el hambre, el éxodo, y sin entender el porque. Muchos ya son adultos ya que hace mas de 32 años que la vida se presento en forma de un abrumador persecutor, otros siguen siendolo, y aún así en su inocencia siguen tratando de ser felices.
Muchos organismos no gubernamentales consientes del problema han puesto en marcha actividades y proyectos para tratar de aliviar (aunque sea en una mínima parte) el agobio de una triste realidad, poniendo énfasis en los niños.
Uno de los proyectos mas bonitos de los que me he informado es el de la acogida de niños saharauis por parte de familias españolas en los meses de verano. Teniendo en cuanta que en esos meses en el desierto se viven diariamente temperaturas de 50º en condiciones en las cuales el agua no es precisamente el elemento que sobre. Son dos meses en los cuales la inocencia, la alegría, la ternura y la paz desbordan de los rostros de los niños que por un tiempo olvidan una verdad inentendible para sus escasos años.
Tal vez no sea la solución, alguien dirá que es una tortura emocional ofrecer por dos meses a un niño algo que quizás nunca tendrá, pero...conociendo cada vez mas la realidad de los campos de refugiados, creo que al menos ellos, los niños, tienen el derecho de un respiro.
Y estoy seguro que allí, en Tinduf, o en Tifariti, o en El Aaiún, los niños de un pueblo sin nación todavía tienen ganas de sonreír.