Intentar expresar como viví mis vacaciones

Ver el amanecer naciendo sobre esa infinidad turquesa, corriendo por la playa abstraído de pensamientos...escuchando solo el mar, el aire resbalando por mi cara acompañando los latidos de mi agitado corazón y mi incólume respiración...sintiéndome único y solo en esa extensa costa desolada.

Percibir el sol tocando mi rostro, todo mi cuerpo, mi ser, hablar sin decir nada con esa naturaleza tan pura, sentirme tan parte de ella sin culpas, con orgullo, con felicidad y una sonrisa que sin querer se repite mas de una vez.

Caminar, dibujando pasos sobre la arena que luego al poco de perseguirme desaparecen con un manto tibio y salado de cada marea obstinada en ir por detrás...dejando una columna de nada, ni siquiera mi presencia en una tarde que no quiere marcharse, que se niega a ocultarse.

Ver pasar el tiempo sin sentirlo, sin darme cuenta. Olvidar el tic-tac del mundo que tanto abruma relegando la presión de todos los días, huir en mente y cuerpo hacia la nada, lo blanco, la paz...

Estar recostado en la arena mirando un cielo negro con innumerables lucesitas que no dejan de brillar, pidiendo siempre el mismo deseo al ver caer mas de una perseidas, inspirando una mezcla de mar, armonía, laxitud total...siempre escuchando el rugir de un calmo Mediterráneo que en la inmensidad del horizonte se mezcla con el oscuro y anocheciente cielo...imaginando una fantástica y hermosa Yemanyá caminado sobre burbujas azuladas...

...y luego sin querer...encontrarme con dos lucesitas que brillan y darme cuenta, queriendo o no, que esas lucesitas no son estrellas...son tus ojos.