Aún siento un remanso de paz, un sentir interior extraño.
Reconocer el camino al pueblo, sentir los olores a verde, el
acueducto, la estación de policía, las
curvas, el río, esa ruta que tanto recorrí volvía a ser la misma. El tiempo había
pasado pero podía sentir que nunca me había ido.
Volver siempre es algo nuevo, una sensación distinta. Esta
vez fue más de lo que esperaba. Pude decir “gracias por tanto amor” y pude
sentir lo mismo en los abrazos de esos seres que me reconocían a pesar de que
había pasado casi una década sin volver
a verme. En sus cristalinos ojos me
reflejé y en mi alma se fundieron.
La visita a los recuerdos , ese camino inequívoco que
conduce a todos por la misma senda. Las fotos en blanco y negro, las flores de plástico,
el bullicio natural silenciado, y la energía de los ausentes alrededor… y
sentir que todo seguía tal cual lo había dejado.
Me faltó la visita a esa casa gris que tanto aparece en mis
sueños, esa casa con ese enorme patio y su higuera siempre florida, su enorme mora
al fondo, y el olor a buñuelos en las tardes de frío. Esa casa que fue tan mía
y tan ajena, donde me permitieron ser uno más sin serlo, donde pude querer
siendo amado…
Y esas campanadas!!!!aún resonando en mis oídos…
El viaje de regreso a mi raíz me volvió a dar tanto!!! En cada encuentro,
tantos afectos infinitamente bellos!!!Esa bendita caricia eterna de mi madre,
el alma pura de mi padre, la ternura nostálgica de mi hermano, el cariño
añorado de siempre de mis tías , mis primas/os , y la fascinante incondicionalidad
de la familia elegida: los amigos...
Volver siempre es algo nuevo, y esta vez fue la paz que
necesitaba, la manera de reafirmar mi historia sin miedo ni culpas borrando
palabras que dolieron, olvidando la historia reciente que me cuestionó.
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