Con 12 grados de temperatura, y en mi cuerpo la sensación de que fueran tres o cuatro grados menos, me dispongo a escribir una vez más. Luego de una repentina visita al dentista y la perdida de una pieza dental no me queda más que pensar en otra cosa y entretener mi mente en algo al mismo tiempo que lentamente advierto que los efectos de la anestesia empiezan a recordar que lo simple no lo es tanto.
Una semana relajada, un paseo por el parque del Retiro (descubriendo sorprendidamente sus ardillas), una visita a "La caballería Roja" entendiendo un poco más el arte en tiempos de comunismo, y un estreno de un corto de un amigo en un Oscar desencantado marcaron este Otoño-Invierno que se relaja más laboralmente como físicamente.
Por la mañana desperté con la lectura de la noticia en la cual se relataba la retirada de una publicidad de Benetton. La misma, llamada "Unhate", cuyo mensaje es un beso para combatir la cultura del odio, presentaba a varios pares de personajes relevantes paradojicamente antagónicos, en pose de estar besándose. Este fotomontaje realizado por Oliviero Toscani no tuvo muy buena acogida, sobre todo en el vaticano al ver en unas de esas publicidades a el papa Benedicto XVI besándose en la boca con el imán Ahmed Mohamed el-Tayeb, de la mezquita de Al-Azahar de El Cairo, el más importante y moderado centro de estudios islámico-sunita. Inmediatamente la Santa Sede envió un comunicado en el cual creía “inaceptable el uso impropio de la imagen del Pontífice, manipulada e instrumentalizada en el marco de una campaña publicitaria con finalidad comercial", por otro lado lo mismo hacían otros afectados.
Las imágenes fueron retiradas en Milán y Roma.
Benetton siempre se caracterizó por hacer polémicas campañas y siempre obteniendo buenos resultados. Este caso no será menos, dado que ha generado más de una discusión y millones de conclusiones, pues también se han utilizado imagenes de personajes políticos muy importantes mundialmente como Obama, Hugo Chaves, Angela Merkel, Nicolas Sarcozy, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, o la imágenes del líder supremo de Corea del Norte y el Presidente de Corea del Sur.
Partiendo desde la premisa que la publicidad es mercantilismo neto, se podría tener en cuenta el reclamo del uso indebido de la imagen (sean lideres religiosos, políticos, etc) y máxime aún si es sin autorización. Pero también es bien sabido que sea Benetton o cualquier "marca" que quiera vender hará uso de sus armas masificantes, y me alegra, que no solo sea para obtener ganancias , sino , también, en la medida que sea, para enviar mensajes y reflexiones positivas como la de combatir la cultura del odio.
Desde casa, con más frió de lo acostumbrado, con una semana más que relajada, y con un leve flemón, sigo pensando que todo puede ser válido para poder generar amor, aunque esto signifique usar la imagen de alguien público a quien siguen millones de personas, pues esa es la idea, la de que todos sigan el ejemplo...
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