Ayer mi frustación grande fue al no escuchar su voz al teléfono, al no poder decir "feliz cumpleaños querido hermano", por más intentos que realicé.
Veintinueve años en este mundo tan complicado, tan incierto, tan vacilante, pero concreto como el lazo que nos une. Recordar cuando llegó a mi vida seria repetir la historia, simplificaria todo tan solo diciendo que siempre lo esperé...como luego él a mí. No podría enumerar las veces que mis lágrimas lloraron la usencia de ese niño, de ese hermano que como un dolor se me fue de entre las manos, que el tiempo no quiso ayudarme a ser comprendido. Una y otra vez lejos, una y otra vez volver a empezar y a sentir que todo se desborona...pero el amor que le tengo es eterno, seguro. Aún siento su sonrisa en la distancia, casi difusa...pero sigue allí, cerca de mí, en mi corazón, en mi alma. Mi querido hermano, mi querido Tony, nos dejamos el tiempo por detrás y no vuelve, tal vez no se recupera, pero me queda mucho en el pecho, mucho sentir, querer, mucho hermano por ser.
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