La silla de Liu Xiaobo

Cuando el 13 de Octubre terminé de escribir sobre Liu Xiaobo( http://victorfabian.blogspot.com/2010/10/liu-xiaobo.html ) las esperanzas de que pudiera acudir a recibir el premio novel de la paz no eran muy alentadoras. Finalmente el símbolo de una silla vacía en el ayuntamiento de Oslo quedó en las mentes de todos los que esperábamos que surgiera algo más que una simple "razón" para que Liu pudiera estar allí.

El gobierno chino sigue denunciando como una amenaza y una ofensa el premio a Xiaobo, pues según ellos se estaría premiando a un delincuente. Pekín intentó boicotear la entrega sin mayores éxitos, solo 17 países no concurrieron a la entrega (hay que ver esos países!!), creó un muro de silencio del acto vetando toda información o transmisión del mismo, incluidas webs internacionales. Cercó con vallas de metal la residencia de su esposa, la poetiza Liu Xia, quien aún hoy continua con arresto domiciliario. Amigos, familiares, abogados, todos bajo vigilancia policial. Y una eterna sentencia en donde el premio "es una farsa contra China".

Pudieron cercar todo lo palpable, lo visible, y están en su (necio) derecho, pero no pudieron matar las intenciones, las ideas, el pensamiento de un hombre de 54 años, que lo único por lo que lucha es por la libertad en un país en donde millones de habitantes no tienen ese derecho. Y lamentablemente , en donde parece que que cada vez más se va cerrando a si misma una Nación alejada del mundo. Un mundo en el que cada vez que asoma un resquicio de esperanza, por otro lado se pierde, un mundo que avanza pero que inexplicablemente son más los pasos que dá hacia atras, y en donde la injusticia abarca todo lo que puede.

"Creo que mi trabajo ha sido justo, y que China será algún día un país libre y democrático. Nuestro pueblo se bañara en la luz del sol de la libertad, lejos del miedo. Estoy pagando el precio para que avancemos en esa dirección, pero lo hago sin ningún lamento.Soy consciente desde hace tiempo de que cuando un intelectual independiente se levanta ante un Estado autocrático el primer paso hacia la libertad es, a menudo, un paso hacia la cárcel. Ahora he dado ese paso, y la verdadera libertad esta mucho más cerca."